el primer par de botas

La juventud y la añoranza se juntaban en aquellos años donde veíamos pasar con deseo un par de botas, cuando las botas eran el regalo añorado y la motivación para seguir trabajando, hoy recordamos con nostalgia aquellos días en los que un par de botas eran aquello que queríamos y que hoy podemos tener.

Algunos años atrás más de uno de nosotros, experimentó el sentimiento de querer un par de botas y debido a la necesidad o circunstancias poseer los recursos necesarios para comprar unas era un lujo que pocos podían permitirse.

Todos soñamos con un par de botas

botas charras

Esta es la historia de Fernando, el joven que soñaba con un par de botas de piel de avestruz, originario de Puga, un pequeño poblado al noreste de Nayarit, Fernando era un joven que encontró en las botas uno de los anhelos y pasiones más grandes, mismo que lo impulso a trabajar arduamente y ahorrar para poder comprarse su primer par de botas.

Fernando nos cuenta que desde secundaria observaba a los jóvenes y hombres más grandes que el pasear por las plazas vestidos muy galantes en busca de conquistar a la joven más bella del pueblo, pero aquellos que siempre tenían más éxito eran los que se distinguían por sus botas; sin embargo no todos podían comprar un par de botas, algunos cuantos ni se atrevían a soñar con ellas.

Conforme Fernando fue creciendo los anhelos por poder adquirir un par de botas fueron aumentando, así que empezó a trabajar en diversas actividades, como el campo, la construcción e incluso la talabartería, en donde aprendió poco a poco a crear diversos artículos artesanales, fue así que con los diferentes trabajos que había realizado y sus ahorros a los 19 años pudo comprarse su primer par de botas vaqueras.

Su pasión por las botas y sus habilidades lo llevaron a convertirse en un maestro artesano, curador del cuero y fabricante de botas vaqueras y charras, comenzando un legado y tradición que hasta la fecha algunos miembros de su familia continúan.

las botas del charro

Sin embargo todos seguimos caminos distintos para cumplir el sueño de la superación y salir adelante, para algunos de nosotros el sueño era muy grande y llegamos a otro país para poder cumplirlo, así es como en busca de un sueño emigramos, dejamos nuestras tierras, familia y hogares, por buscar no solo un par de botas, sino un sustento, patrimonio y más.

Cuando las botas eran un lujo

Si echamos un vistazo al pasado y recordamos aquellos años donde añorábamos un par de botas, un pantalón, una camisa, un sustento, un patrimonio, aquello que nos parecía un lujo y que hoy pese a todo y con mucho esfuerzo y trabajo, poco a poco hemos podido conseguir, nos damos cuenta que las botas han dejado de ser un lujo, que nunca han pasado de moda y que representan parte de nuestra esencia, tierra, raíces y cultura, que quizás todo empezó con el deseo de un par de botas, que se convirtieron en mucho más.

Hoy las botas no son un lujo, son un legado, una herencia que perdura y nos distingue donde quiera que vamos, hoy las botas no solo son del charro son de nuestras.

Tambien te puede interesar leer: La historia detrás de un par de botas

El primer par de botas 

el primer par de botas charras

¿Recuerdas tus primeras botas? Ese par de botas que querías usar todos los días y en cualquier ocasión, que limpiabas y lustrabas con gran esmero, que llegada la noche acomodabas en un lugar especial y te asegurabas que se mantuvieran intactas, tu primer par de botas, las botas perfectas, esas que te hacían sentir cómodo y distinguido.

Aquellas botas del charro que admirábamos hoy son nuestras, hoy están a nuestro alcance y vienen hechas por paisanos que como tú y como yo admiran, sueñan y calzan con orgullo un par de botas, así que siéntete orgulloso que cada que apoyas al comprar una marca mexicana, hecha a mano, contribuyes a cumplir el sueño de un paisano, pero sobretodo calzas calidad.

¿Cómo era tu primer par de botas? Cuéntanos, queremos conocer tu historia, porque detrás de un par de botas existe una gran historia, en Calza Fino estamos seguros de eso y contribuimos día con día en traer para ustedes las mejores botas para que sigan escribiendo su historia y contribuyendo al desarrollo de las mejores marcas mexicanas.

Concluimos nuestro post de hoy con una canción que a más de uno nos hace recordar aquellas épocas cuando añorábamos un par de botas, un clásico reinterpretado por Vicente Fernandez “Las botas del Charro”