La multiculturalidad, está en todos

¿Por qué seguimos con las prácticas de juzgar a otros por la manera en la que hacen las cosas? ¿Cuándo entenderemos que cada individuo es diferente, formado por características únicas influenciadas por distintos factores?

Vivimos en la era global, donde, contraria a las épocas pasadas, existe una mezcla de culturas cada vez más grande. Los países se forman de cada vez más y más migrantes, que deciden cambiar de lugar de residencia ya sea por una mejor vida, porque conocieron a una persona especial o porque encontraron su lugar feliz, estable. Esto ha generado muchísimas ventajas como ampliar la identidad nacional, mejora y crecimiento conjunto y la etnicidad, ya que las culturas actuales son un resultado de la interacción de los individuos con diferencias.

Sin embargo, todo tiene su lado malo y ésta no es la excepción. Es un hecho que una persona que migra a otro país probablemente sufra de discriminación, racismo, bullying y xenofobia. Además de todo lo que el proceso de aculturación conlleva, afectando muy fuerte psicológicamente, el migrante se topa con obstáculos verbales ocasionados por otros habitantes que le impiden o atrasan el proceso de adaptación.  Y es un acto lo suficientemente común como para preocuparse y hacer algo al respecto.

 Lo podemos ver en el día a día con situaciones como la siguiente:

El ejemplo

El siguiente podcast (6 min), sacado de Radio Ambulante, representa un sencillo pero claro ejemplo de cómo la sociedad aparta a los migrantes. Escucha el caso de Reza Salazar, un peruano que se muda a EE.UU. y en su primer día de clases en Carolina del Sur, sus compañeros se burlan de él por no actuar como se esperaba en esa ciudad.   *dale click a la imagen que aparece en la vista previa para reproducir el audio

Presta atención a esta parte:

“Y yo me asomo a la puerta y hago una cosa: hago “Hi!” así con la mano y toda la clase se empieza a cagar de risa. Y yo, antes de sentarme uno de los muchachos me agarra y me jala la silla y me caigo de culo en el piso. Y yo, o sea y yo me reía, yo me reía por todo, del nerviosismo. O sea quizás quería llorar en aquel el tiempo pero yo me reía de todo, y me acuerdo que hasta la profesora se rió.”

Aquí podemos notar las diferencias culturales, es de saberse que los latinos son más cálidos y eso se nota en la manera de saludar y conocer gente a lo contrario de Estados Unidos, donde son más fríos y metódicos. Pero no por ser diferentes, uno u otro tiene que estar mal. Y a pesar que este caso es de hace 20 años, es algo que sigue sucediendo hoy en día, es el ejemplo de cómo un simple acto inofensivo ya es motivo de discriminación, y si esto es a nivel escolar, imagínense a nivel laboral, a nivel vida…

Y aunque probablemente este tipo de acciones no sean directamente a la persona, sino a ideales, valores y formas de actuar, la que sale afectada es ella. Porque le impide participar de manera plena en situaciones políticas, actividades culturales y eventos locales.

Este tipo de actitudes tenían un fuerte motivo histórico para ocurrir y ser de utilidad, ya que en la antigüedad esto servía para poder detectar a individuos de otros clanes que buscaban robar. Sin embargo, en la actualidad ya no es un mecanismo de defensa, es una herramienta construida que resulta en la exclusión de aquellos que son diferentes a los grupos dominantes.

Triste realidad, pero modificable. Y si nos ponemos a pensar…

Todos somos seres multiculturales.

Cada persona tiene elementos culturales tan diferentes y mezclados que podría crear su propio grupo o subcultura. Incluso si has vivido en el mismo lugar toda tu vida, seguramente has tenido la experiencia de viajar, conocer, probar comidas de otros lugares, mirar series de otros países. Todos esos factores nos van influenciando y se van volviendo parte de nosotros.

Aunque no nos demos cuenta, tenemos más cosas en común con todos de las que nos imaginamos. Y si algún día llegamos a convivir con otras ideologías, podremos notar que esto es cierto.

Entonces, el entendimiento.

En la actualidad podrá no ser un problema del todo legal ya que las políticas migratorias de los estados han cambiado con el paso de los años y hay más facilidades, el problema verdaderamente radica en lo social. Los prejuicios evidentemente continúan y tienen un fuerte impacto en el trato que los migrantes reciben así como en las oportunidades a las que pueden acceder una vez asentados en la ciudad o país de llegada. La verdadera pandemia somos nosotros.

Pero, ¿cómo solucionar este problema?

Es de suma importancia fomentar el entendimiento, la tolerancia y la aceptación.Ya estamos en el siglo XXI, es tiempo de adaptarse en materia de inclusión. Al final son construcciones sociales que involucran el reconocer e identificar a otras personas, al igual que interpretar similitudes y diferencias y tratar de dar sentido a las acciones.

Todo comienza con hacer una introspección personal, haciéndote preguntas como:

¿Has discriminado a alguien más por ser diferente a ti? ¿Por qué razones te has alejado de alguien diferente?¿Crees que la otra persona merecía ser tratada de esa manera?

Otro ámbito en el que se tiene que aplicar, es a la educación tanto en escuelas como en tu propia casa. Es de vital importancia educar y enseñar empatía. Hacer entender que diferente no significa malo y que en vez de burlarnos de otra persona, lo mejor que podemos hacer es respetarla y ayudarla.

Algunas medidas que se pueden implementar en instituciones para fomentar la convivencia en esta sociedad plural son:

  1. Reconocer y respetar todas y cada una de las culturas de manera que se perciban con toda su dignidad y como un factor enriquecedor.
  2. Ofrecer una perspectiva global y promover la relación y el intercambio con personas de otros entornos, regiones y países.
  3. Planificar la educación en valores y actitudes y evaluar sus procesos y sus resultados.
  4. Basar las relaciones en el reconocimiento, el respeto y el dialogo y proscriben cualquier forma de humillación y de supremacía.
  5. Asegurar que las características sociales, culturales y económicas cada uno de los miembros de la comunidad no impidan su participación las actividades.

Como todo, este es un proceso, que bien aplicado, puede generar grandes resultados. Es hora de darse cuenta de que no hay nada más bonito que la diversidad y el poder estar en contacto con tantas formas de pensar diferentes. 

¿Qué te pareció el artículo? ¿Cuál es tu opinión respecto al tema? Te invitamos a seguirnos y estar pendiente de los próximos blogs. Muy relacionado con el tema de la cultura, pronto estaremos hablando un poco acerca de los instructivos que nos han implantado desde que nacemos y cómo quitarlos y nos gustaría que nos acompañaras.

Fuentes

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